Años atrás alguien sufrió un asalto, solo llevaba consigo un reloj y un celular. El celular era de aquellos Blackberry última generación, obviamente, una joya de la tecnología en aquellos tiempos. Los ladrones, al interceptarlo, rápidamente lo revisaron de pies a cabeza, para su mala suerte no había cartera, solo el celular y un reloj viejo, este último, poco atractivo a la vista. El reloj era pequeño, color plateado mate, de cuerda, de carátula negra, vidrio de plástico, no de zafiro como aquellos de alta gama, un angosto brazalete de aluminio liviano y en el centro de la carátula negra, una pequeña corona dorada. Los ladrones, al inspeccionar el reloj, lo vieron poca cosa, se burlaron de la víctima por el mal gusto en relojes y le dijeron antes de retirarse: “quédate con este tu reloj de viejito”. Se largaron llevándose únicamente su botín tecnológico: el Blackberry. La víctima, sorprendida y muy agradecida con todos Los Santos, pudo mantener su reloj.
Aquel reloj era un Oysterdate Precision de 1969 y, por supuesto, la pequeña corona dorada en la carátula es la marca de ROLEX. Despreciado por aquellos ladrones, este reloj era la verdadera joya. La “joya tecnológica”, aquel Blackberry, cuyo fabricante desapareció hace algunos años, posiblemente ahora descansa al fondo de algún cajón de escritorio o en una caja de cartón en una bodega junto con algún teclado arruinado. Aunque de valor significativo entonces, esta tecnología avanzaba tan rápido que hacía perder el valor de las terminales celulares casi de forma mensual. Por el contrario, el Rolex Oysterdate Precision ha incrementado su valor con los años.
Pero, ¿qué es eso tan poderoso que hizo que los amigos de lo ajeno perdieran el botín de la década? ¿por qué prefirieron el botín de más bajo valor y dejaron el que les podría haber dado una ganancia significativa? Eso tan poderoso se llama ¡información oportuna y conocimiento!
El que no sabe es como el que no ve. La falta de información y conocimiento constituye un obstáculo para alcanzar los objetivos. Claro, esta historia habla de unos asaltantes; pero refleja con claridad algo que afecta también a la gente honrada, a los empresarios, a todos. Al no tener información oportuna y el conocimiento, obviamente, perdemos oportunidades o no detectamos amenazas.
En el caso de las empresas, el no tener información oportuna y conocimientos claros tiene evidentes efectos:
- Les pone en desventaja con competidores mejor informados
- Les hace perder oportunidades de crecimiento
- Les pone en riesgo ante amenazas regulatorias
La actual pandemia está llena de situaciones similares: empresas que no lograron ver el cierre con tiempo y no se prepararon, otras empresas que lograron detectar oportunidades para reabrir actividades en los decretos que las autoridades iban emitiendo o como los que no lograron ver los nubarrones que se aproximaban en las declaraciones de los funcionarios públicos.
Por eso cada vez son más importantes los servicios de Asuntos Públicos a las empresas, pues les permiten contar con la inteligencia que busca y selecciona la información adecuada, todo para ser analizada con el objetivo claro de detectar oportunidades y amenazas. Claro, la información oportuna y conocimiento sin el análisis debido tampoco es suficiente, pero eso lo hablaremos en otra ocasión.
Por el momento vale la pena, como empresa, el preguntarse: ¿Blackberry o Rolex?
